- Sin plan de entrenamiento. Decides lo que vas a hacer hoy de entrenamiento, sin pensar en mañana y orientado en el tiempo, el trabajo, las sensaciones, las ganas.
- Falta de control sobre tus zonas de frecuencia cardiaca. Por ejemplo, entrenas constantemente a una frecuencia cardiaca alta, debido a esto no habrá ganancia en el resultado.
- Falta de descanso adecuado. Si en el día de descanso se realiza otra actividad deportiva, no se considera descanso.
- El deseo de un resultado rápido. El organismo necesita adaptarse a las cargas, y sólo un entrenamiento sistemático puede dar resultados.
- La «papilla informativa». Ahora hay mucha literatura diferente e información en las redes sociales sobre cómo entrenar. No es un hecho que lo que está escrito tenga valor y te sirva.
- Para protegerte inmediatamente de tales errores, puedes recurrir a un entrenador. Ahora hay una gran oferta de escuelas especializadas y entrenadores que forman a aficionados. Trabajar con un entrenador tiene pros y contras.
Ventajas de trabajar con un entrenador
- Enfoque individual. El entrenador adaptará tus entrenamientos a tu horario, los ajustará, tendrá en cuenta tu forma física y tus planes para la temporada.
- Plan adecuadamente diseñado. El plan de entrenamiento se centrará en la capacidad de tu cuerpo para manejar y digerir la carga de trabajo.
- Responsabilidad adicional. No sólo contigo mismo, sino también con tu entrenador. Un entrenador pone conocimiento y corazón en ti y en tu plan de entrenamiento, siguiéndote en cada paso del camino.
- Motivación adicional. El entrenador siempre te dará apoyo durante tu entrenamiento y puede que después os hagáis buenos amigos.
Ciertamente, es posible entrenar sin la ayuda de un profesional, pero para ello es necesario conocer algunos aspectos básicos de la organización del proceso de formación.